El plazo fijo tradicional es el depósito básico, en el cual se realiza un depósito en el banco, por un periodo determinado y al finalizar este tiempo el inversor recibe el capital más los intereses.
Los depósitos se suelen hacer por 30, 60, 90, 180 o 365 días, aunque pueden hacerse en casi cualquier cantidad de tiempo por arriba del mínimo (que suele ser 30 días).
Estos plazos fijos pueden hacerse tanto en pesos como en dólares y hasta en algunos bancos en Euros.
Se puede realizar la inversión en la sucursal del banco, en un cajero automático o mediante home banking.
Por lo general mediante home banking se obtienen mejores tasas de interés que de forma presencial en sucursal.
En resumen, es el plazo fijo básico: le prestamos dinero al banco por una cantidad de tiempo fijo y al finalizar, nos devuelve nuestro dinero más un interés.